sábado, 21 de junio de 2008

La cocina de Justina: PINGÜINA A LA CACEROLA


Se toma una pingüina preferentemente enojada, y se la escucha decir unas cuantas macanas.
Se la despluma parcialmente (será imposible arrancarle la Vuitton, pero hay que intentarlo), se le cierra el pico con un cachito de hoja de puerro, y se la coloca dentro de una cacerola mediana (ni tan tan, ni muy muy), algo abollada (debe conservar su forma original, pues sabemos que las formas son útiles en la vida).-
Una vez dentro de la cacerola, se la rocía con abundante salsa de soja, como para que tenga pa'un rato.
Se pone a cocinar a fuego muy lento pero continuado (si se corta el gas, trasladarla a una hornalla eléctrica, y si se corta la luz, hacer una fogata como se pueda, pero no interrumpir la cocción).
Se espera todo el 2008 y el 2009 hasta las elecciones. Una vez contados los votos, la pingüina estará lista, y seguramente habrá perdido el gusto amargo que caracteriza a estas simpáticas avecillas australes, que a diario nos demuestran por qué se los conoce como "pájaros bobos".

1 comentario:

María Margarita V. dijo...

Yo agregaría algo de miel, a fin de hacer una comida agridulce; y una pizca de curry, para darle un toque de ... vaya uno a saber !!!